El conjunto de sistemas de seguridad y asistencia a la conducción de la automovilística japonesa Toyota, denominado Toyota Safety Sense, ya está presente en más de 10 millones de vehículos, tras su introducción en marzo de 2015.
El Toyota Safety Sense se monta actualmente en “alrededor del 90 % de los vehículos en Japón, Estados Unidos y Europa” y el objetivo es que esté presente en alrededor de 100 países y regiones, también de Asia y Latinoamérica, desde 2020, ha explicado este lunes el fabricante en un comunicado.
Actualmente, el paquete de seguridad de Toyota cubre 68 países y regiones, incluidos China y otros países asiáticos seleccionados, Oriente Medio y Australia.
El Toyota Safety Sense ayuda a evitar o mitigar los daños o las lesiones a raíz de accidentes de tráfico graves, a partir de datos de accidentes sucedidos en Japón, Estados Unidos y Europa y está compuesto de sistemas de seguridad precolisión, avisador de cambio involuntario de carril y control inteligente de luces de carretera.
Con este paquete de seguridad se han reducido las colisiones posteriores en un 70 %, según datos de la automovilística, y combinado con el sonar de separación inteligente, que cubre las colisiones a baja velocidad, los percances han disminuido alrededor del 90 %.
La segunda generación del Toyota Safety Sense introduce mejoras
Además, la segunda generación del Toyota Safety Sense, lanzada en enero de 2018, introduce mejoras en términos de detección y resultados en comparación con la versión anterior, y permite que el sistema responda a accidentes nocturnos con peatones o bicicletas, ha detallado la marca nipona.
Esta segunda generación incluye mejoras en los sistemas de seguridad precolisión, control de crucero adaptativo, avisador de cambio involuntario de carril, control inteligente de luces de carretera y reconocimiento de señales de tráfico.
La marca ha apuntado que el sistema Toyota Safety Sense es “uno de los pilares de la fabricación de vehículos seguros”.
Asimismo, Toyota ha indicado que trabajará en tecnologías de seguridad desde un “amplio abanico de perspectivas”, incluidas actividades de sensibilización, y con el apoyo del desarrollo de un entorno de tráfico que incorpore el uso de sistemas inteligentes de transporte y tecnologías conectadas.
