SEÑALES QUE TE INDICAN QUE TU ESTRATEGIA DE FINANZAS PERSONALES NO ESTÁ SIENDO EXITOSA

Llevar un control de tu dinero y tu presupuesto puede no ser lo sencillo que debiera ser si no sigues los pasos adecuados. Hay algunas recomendaciones que te ayudan a la gestión y a que tu salud financiera sea lo más adecuada posible. Tanto para ahorrar de cara a la jubilación, como lograr cualquier objetivo financiero.

En este sentido, para conocerte más en profundidad en el ámbito financiero doméstico, hay una serie de señales que te indican que, o bien no estás gestionando bien tu capital, o que estás yendo por un camino que puede crearte complicaciones en tu economía particular. De esta manera, para evitar la ruina económica, aquí puedes encontrar algunos de esos indicativos.

Decidir no poner tu dinero a trabajar

por miedo a perder

Ser miedoso con el dinero es solo una virtud hasta cierto punto. Tener ciertos temores puede arrastrarte a tomar decisiones que no suponen beneficio alguno en el plano económico. Y es que optar por no hacer trabajar el dinero es algo que genera un estancamiento que, a la larga, puede hacerte perder capital por el efecto de la inflación.

Es importante que sigas las recomendaciones de los profesionales. Tener un exceso de prudencia puede ser una clara señal de que no estás manejando con bastante efectividad tu patrimonio.

Tener pérdidas por apostarlo todo a un activo

Invertir exclusivamente en un activo es uno de los principales errores en el campo de las finanzas personales. Al no diversificar las inversiones, asumimos un riesgo mayor en el caso de que se produzcan pérdidas. Es lo que se conoce como “no poner todos los huevos en la misma canasta”.

Al apostar por diferentes vehículos, lo que estás haciendo es disminuir sustancialmente el riesgo que asumes. Por eso, un indicio de que lo estás haciendo mal es si te decides únicamente por un producto. Los expertos recomiendan que, al menos, distribuyas el patrimonio en 4 activos distintos.

Gastar más dinero del que se ingresa

Es el principio básico de finanzas personales que puede parecer muy obvio, pero que muchas personas olvidan. Gastar más dinero del que te entra habitualmente es una rutina altamente peligrosa y una clara señal de que no lo estás haciendo bien con tu dinero.

Hay muchos métodos que pueden ayudarte a llevar un control adecuado de tus gastos, como algunas aplicaciones móviles. Es importante que sigas las pautas adecuadas para poder alcanzar la ansiada libertad financiera.

Si no miras el detalle de tus gastos

Está muy ligado con el apartado anterior. Si le preguntas a alguien cuánto gana al mes, te responderá con total seguridad y sin dudar. Sin embargo, si le preguntas por sus gastos, lo más probable es que no sepa decirte a ciencia cierta cuánto gastó el mes pasado y en qué.

Si quieres disfrutar de una economía doméstica saneada, debes ser consciente de cuáles son tus gastos. Para lograrlo tienes que llevar un registro diario de los mismos. Si no miras el detalle, muy probablemente estés gestionando muy mal tu capital. Peso que gastes, peso que debes anotar; no hay otra fórmula.

La no elaboración de un presupuesto anual

Elaborar un presupuesto es uno de los principios clave en el campo de las finanzas personales. Una vez que ya sabes en qué gastas tu dinero, debes ponerte manos a la obra y hacer un esquema para poder definir cómo gastar tu dinero.

Con esta herramienta, tú decidirás cuál será el destino de cada peso que entre a tu bolsillo. Definirás, por ejemplo, cuánto vas a gastar en ocio, cuánto en transporte, cuánto en tu hogar, cuánto en ropa y un largo etcétera. No tener un presupuesto diseñado es síntoma de una mala gestión del dinero.

Si no piensas en la creación de un fondo de emergencia

Previamente a iniciarse en la inversión, es altamente recomendable que crees tu fondo de emergencia, que no es más que un colchón de seguridad con el que hacer frente a gastos imprevistos, como podrían ser la sustitución de un frigorífico o una avería del coche. Este fondo solo lo podrás usar para hacer frente a verdaderas emergencias económicas, nunca para financiar tu estilo de vida.

Dejarse llevar por los pequeños gastos

Un mal hábito con el dinero es dejarse llevar por lo que se denominan “gastos hormiga”. Las comidas fuera de la oficina o las suscripciones a revistas que lees una vez y tiras son la úlcera que disminuye tus ahorros lentamente. Haz un cálculo de lo que te cuestan al año, lo que verdaderamente usas o te compensa para extraer conclusiones.

Por tanto, un claro síntoma de que tu capital no se está manejando bien es que esta serie de gastos superfluos puedan terminar comprometiendo la economía de tu casa.

Aumentar tu nivel de deuda

Endeudarse de más es un claro signo de que algo no va bien con tu bolsillo. Tú deuda no puede exceder más del 20-30% de tus ingresos, de lo contrario, estarás cometiendo un grave error y tendrás más posibilidades de entrar en quiebra.

Una de las técnicas que puede ser útil en algunos casos es hacer la reunificación de las deudas. De esta manera, podrás tener un mayor control de lo que debes en todo momento.

No alcanzar nunca tus metas financieras

Si te planteas objetivos económicos constantemente, pero nunca los consigues es altamente probable que tus finanzas personales no estén gestionándose correctamente. Plantéate, inicialmente, metas bajas que puedas alcanzar.

Con el paso del tiempo ve subiendo el listón y así será más sencillo cosechar esas metas financieras que te has trazado.

No apartar entre el 15% y 20% de tus ingresos

Una práctica habitual en la economía personales es la de ahorrar. ¿Cuánto se debe ahorrar? Los expertos recomiendan que, al menos, seas capaz de apartar entre el 15% y 20% de tus ingresos de tal forma que, si no lo estás logrando, es momento de que te plantees si tienes buenos hábitos con tu dinero.

Comprar una vivienda más cara

de la que te puedes permitir

Esto era algo bastante habitual durante el boom de la burbuja inmobiliaria del año 2008. Con el paso de los años, muchas personas se han concienciado de pagar hipotecas que pueden asumir, incluso con la contratación de préstamos a tipo fijo.

Con todo, una señal bastante nítida de que tus finanzas personales se pueden ver comprometidas es pagar un inmueble que te resulta difícilmente costeable.

No ahorrar de cara a la jubilación

Pensar en el corto plazo es una práctica que muchas personas hacen habitualmente cuando se trata de ahorrar. Por eso, no muchos deciden hacer aportaciones de cara a su jubilación. Pese a que parezca un tópico, no tener una estrategia de ahorro sistemático para tu retiro es una seña de que no estás empleando bien tu capital.

Hay muchos mecanismos que puedes utilizar como planes de pensiones privados o fondos de inversión. Cualquier aportación como complemento a la pensión pública es una clara ayuda para tus cuentas a futuro.

No estar pendiente de la información económica

Abstraerse del mundo en el que vives, también en la parcela económica, es un mal hábito para tu dinero. Estar al corriente te puede ayudar en qué puedes invertir tu patrimonio o cuándo es mejor no gastar más de la cuenta.

Como se suele decir, la información es poder. Por eso, es recomendable que estés muy pegado a la actualidad para tomar decisiones concretas.

Cerrarte en acudir a un asesor financiero

El último síntoma que puede ser muy revelador sobre tu mala gestión del dinero es que te cierres en banda a acudir a un asesor financiero. Delegar en lo que no se conoce puede ser desastroso, cuando no tienes la formación adecuada.

Por tanto, hay muchos asesores financieros que te pueden guiar a la hora de llevar tu presupuesto de la mejor manera posible.

 

 

Septiembre – Octubre 2020

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