El enorme crecimiento de la industria de la seguridad privada en Latinoamérica ha estado motivado por la insuficiente respuesta de los Estados para enfrentar el fenómeno de la delincuencia, y la creciente desconfianza de la ciudadanía en las instituciones policiales.
El crecimiento del sector se encuentra regulado en casi todos los países de la región, ya sea con leyes y reglamentos, o con normas contenidas en las leyes orgánicas de las policías. También existen instancias encargadas de supervisar o fiscalizar dicha industria, en su mayoría dependientes de las instituciones responsables de la seguridad, o de las mismas policías.
Los campos principales de acción de la seguridad privada en América Latina son: la vigilancia y protección de residencias e industrias, protección personal y, en países como México y Colombia, custodia y traslado de valores.
Salvo en el caso de la protección de valores, en que la banca y las grandes empresas lo han confiado a agencias generalmente transnacionales, existe una gran diversidad de pequeñas y medianas empresas en este rubro, lo que dificulta su adecuada supervisión.
¿Deben estar armados?
Mucho se ha discutido sobre este tema y la respuesta siempre ha quedado en el aire, sin que las diversas opiniones permitan llegar a una conclusión precisa y convincente. Y es difícil que se obtenga, pues cada vez que se plantea el asunto, siempre la respuesta será: “depende”.
La necesidad de portar un arma no se justifica con igual intensidad en todas las diferentes posiciones que puede ocupar un vigilante. En algunas será evidente y en otras casi innecesaria. Aunque el vigilante esté rodeado de una serie de medios que la tecnología pone a su disposición, sigue y seguirá siendo el representante del factor humano presente, e irremplazable, en cualquier sistema de seguridad.
Si un intruso lograra burlar los medios de detección, deberá ser encarado por el vigilante, con todos los riesgos que esto implica y es por ello indispensable que el guardia haya tenido un buen adiestramiento. A la hora en que se produce cualquier enfrentamiento, el uso profesional del armamento evitará consecuencias lamentables.
Puede tratarse de salvar su propia vida, o la de otras personas, por eso el arma de un vigilante es, primordialmente, un poderoso disuasivo. Esa es la razón que más justifica el que un vigilante esté armado.
El vigilante no tiene forma de saber si el intruso a quien deba enfrentar está armado o no, ni cuál es su estado mental o emocional. Un vigilante desarmado en una posición de riesgo no tendrá forma de escapar, salvo que se limite a observar e informar posteriormente lo que logró ver, y probablemente llamar a la policía puede resultar innecesario.
Se discute mucho el que alguien con la misión de dar protección a bienes, no debe usar armas capaces de causar la muerte. Eso es lo que se suele pensar, pero si el que cuida los bienes corre peligro, debe tener la forma de darse él mismo su protección, sean del valor que sean los bienes que estén a su cuidado.
Los argumentos en contra de que el personal de seguridad privada esté armado son producto de la desconfianza y el temor en la calidad del adiestramiento que este personal recibe.
La clave del problema de armar a los guardias de seguridad estará en la calidad del adiestramiento, las políticas adecuadas de las empresas que los respaldan, la calidad del equipo y una buena selección del personal.
Un hombre armado, sin adiestramiento, es un peligro para él y para todo el que lo rodee. La capacitación adecuada elimina ese riesgo y lo convierte en una fortaleza de él mismo y de quien lo emplee.
La seguridad privada no tiene por fin el perseguir el delito y no puede realizar detenciones ni ser un elemento de represión, fundamentalmente tiene la tarea preventiva de vigilancia, disuasión y alerta temprana y, excepcionalmente, podrá actuar ante un acto delictivo.
Las empresas de seguridad privada conciben su actividad como la venta de un servicio, tratándose como en cualquier rubro comercial, de una mercadería sujeta a la ley de la oferta y la demanda, y donde prevalece la competencia, pero este particular tipo de empresa debe estar regulada por normas sumamente rigurosas que deben ser respetadas.
Por ello es importante que las cámaras empresariales a las que se deberían asociar las empresas de la especialidad, estén involucradas en actividades de control, principalmente respecto de la informalidad del mercado de la seguridad privada, puesto que las empresas regularizadas son las principales interesadas en participar en un mercado libre de elementos clandestinos.
¿La seguridad privada en América Latina es la más armada del mundo?
Según un informe del Instituto Suizo de Estudios Internacionales y de Desarrollo, elaborado tras analizar 70 países, Guatemala tiene 120,000 agentes privados, lo que equivale a seis por cada policía; en Honduras, 4.88; Nicaragua 2.14, Costa Rica 1.61 y El Salvador 1.26.
El informe también da cuenta de la situación en otros países, como Argentina, donde operan 120,000 agentes privados que equivalen a 1.5 por policía público; en Colombia la tasa es de 1.6; en Chile de 1.28, en República Dominicana la proporción es casi de uno a uno.
Además, hay cuatro países que son considerados distintos o que se alejan de la tendencia: en México hay 480,000 agentes privados por casi 330,000 policías; en Brasil, 570,000 por poco menos de 690,000; así como Perú, 50,000 por 90,000, y Bolivia, donde hay 500 agentes privados por más de 19,000 policías.
México y Brasil en particular son países con policías más robustas. Son países que tuvieron una historia de construcción del Estado mucho más fuerte que el resto de América Latina.
Según informes de diversos organismos gubernamentales de México, en lo que va del año ha habido unos 156,000 robos a transportistas, considerando desde los robos mínimos hasta maquinaria pesada. Estas cifras implican niveles de robo de 13,011 asaltos al mes, o unos 433 diarios.
En la red carretera nacional de México circulan diariamente un promedio de 30 mil vehículos de carga; según la estadística delictiva, aproximadamente 1.5% de los vehículos que transportan diversas clases de mercancía son robados, ocasionando con ello pérdidas millonarias.
Una empresa que brinde servicios de seguridad debe contar con dos ramas primordiales, la administrativa y la operativa, esta última a su vez coordina las áreas de servicios de seguridad intramuros, investigaciones, inteligencia empresarial y escolta/custodia de transporte de carga.
Las funciones del área de inteligencia consisten en recolectar información sobre modos de operar de los grupos organizados de asaltantes de autotransportes; analizar y llevar un registro de incidentes, zonas y lugares de asaltos a transportistas, para buscar medidas de protección y tácticas para evitar estos ilícitos; así como también efectuar los estudios de riesgo de las diversas rutas, desarrollar planes de operación y manuales de contingencia, así como tener actualizados los directorios de las instituciones de Seguridad Pública a nivel nacional.
Las grandes aseguradoras han incrementado sus primas y los deducibles van en un porcentaje de 10 al 40% y cancelación de póliza después de un tercer evento. Las políticas de cada compañía de seguros varían en relación al seguro de transporte, dependiendo de la suma asegurada, si es en moneda nacional o en dólares, aunque se puede pactar un deducible fijo, e igualmente toman en cuenta la ruta a seguir, puntos o zonas de entrega, transportista que efectúa la operación y clase de mercancía asegurada.
De las empresas aseguradoras que cubren el ramo de transporte, algunas están obligando al asegurado a contratar el servicio de escolta-custodia, ya que la carga va más protegida con esta clase de servicio. En este aspecto, algunas aseguradoras le cobran al cliente directamente con la prima el servicio de custodia y, en otras, el asegurado contrata directamente con la empresa de seguridad, pagando el servicio, y le comunica a la compañía de seguros sobre la empresa que contrató.
Lógicamente, la escolta-custodia de mercancías en carretera debe estar aunada a tecnología de diversas magnitudes: rastreo vía satélite, alarmas específicas, telefonía celular, radiocomunicación, equipos de protección, blindaje, etcétera.
La lucha debe relacionarse con evitar los robos de los transportes escoltados, no por medio de confrontar a grupos de asaltantes –regularmente bien armados y decididos–, sino a través de la detección preventiva y anticipada para descubrir los riesgos o amenazas, disuadir, burlar o evadir peligros latentes de posibles ataques, solventarlos inevitablemente, así como utilizar las mejores formas de coordinación con los elementos de seguridad pública.
La delincuencia planea sus actos y explota el factor sorpresa, el escolta no debe dejarse sorprender. Los asaltantes actúan organizados en células y generalmente son gente adiestrada, se comportan con excesiva agresividad, pero no corren riesgos ante la duda, sus víctimas son aquellas que presentan una seguridad nula, endeble o deficiente.
Un plan de contingencia dirigido a situaciones de asalto es eficaz si se conoce como piensan y actúan los delincuentes antes, durante o después de cometer sus ilícitos.
La seguridad privada puede ser tal vez una actividad necesaria y útil, y en algún sentido podría colaborar con la seguridad pública en tareas estrictamente delimitadas por las leyes, pero sin normas apropiadas ni control suficiente, puede ser un medio beneficioso para el crecimiento de la ilegalidad y el delito. El Estado debe asumir su rol para evitar las consecuencias nocivas del fenómeno y con ello asumir plenamente su carácter de garante de la seguridad pública.
Entrevistamos al Director General Adjunto de MOSEG, César Romero Padilla respecto al tema de Seguridad Privada Armada, esto fue lo que nos respondió.
MOSEG Seguridad privada armada
Xtrem Secure: ¿Qué se requiere para que una empresa de seguridad pueda brindar servicios de seguridad con guardias armados?
César Romero: Las empresas de seguridad privada armadas estamos reguladas por la SEGOB y SEDENA, es necesario contar con los permisos y modalidades para poder brindar los servicios que los empresarios solicitan, resaltando la importancia de la capacitación del personal y los modelos operativos que se requieren para poder minimizar los riesgos a los que estamos expuestos.
Xtrem Secure: ¿Cuál es el principal obstáculo para poder brindar el servicio de armados?
César Romero: Cuando nuestros clientes requieren un servicio armado para un tema específico de seguridad y control, es importante hacer un traje a la medida, es por ello que se realizan tanto auditorias de seguridad antes de iniciar un nuevo servicio, como la elaboración de propuestas en conjunto con el cliente, a fin de reducir los riesgos.
Xtrem Secure: ¿Qué tipo de capacitación reciben los guardias armados y donde se capacitan?
César Romero: En Grupo Moseg tenemos tres líneas de servicio especializadas DEFENSE, LOGISTICS y PROTECTIVE. Contamos con un programa de capacitación institucional e integral para nuestro personal, certificándolo en cada línea de servicio que se realiza a través de sesiones en aula, prácticas de campo y en stands de tiro con entrenadores certificados en cada especialidad.
Xtrem Secure: ¿Qué tipo de empresas son las que requieren este servicio?
César Romero: En la actualidad la inseguridad ha ampliado las características de los clientes que requieren un servicio armado, ya que cada día vemos como la delincuencia se apodera de manera más constante y violenta de la tranquilidad y el patrimonio de las personas y las empresas, las cuales buscan soluciones más efectivas de autoprotección sobre todo en zonas de alta incidencia delictiva.
Xtrem Secure: ¿Cuáles son los Pros y los Contras de un servicio armado?
César Romero: Un servicio armado ofrece al cliente múltiples ventajas, tales como mayor disuasión ante la delincuencia, contener de manera efectiva un ataque, ayudar a minimizar los riesgos de hurto y robo, así como dar protección a las personas y sus valores. Nuestros procesos se encuentran alineados a un programa ISO 9000 y ESR de mejora continua, el cual inicia con un riguroso enfoque en el factor humano mediante el reclutamiento y selección de candidatos adecuados, donde los aspirantes son sometidos a estrictas evaluaciones psicométricas y de confianza. Contamos con Psicólogos, Analistas, Poligrafistas, Técnicos y Médicos con amplia experiencia en seguridad, que cumplen con un reporte descriptivo de cada uno de los candidatos, mostrando características para cada perfil de servicio solicitado por cada uno de nuestros clientes y después sometiéndose a programas estrictos y recurrentes de capacitación y entrenamiento táctico; esto aunado a mejores salarios y prestaciones en el mercado, nos permite minimizar los porcentajes de rotación del factor humano, así como incrementar la lealtad en el servicio.
Xtrem Secure: ¿Cuáles son los costos reales de este tipo de servicio?
César Romero: Un guardia armado y bien capacitado, requiere atención especial de personal que mantenga los más altos estándares, procedimientos y políticas para poder supervisarlo, así como contar con un área Jurídica y Normativa que le de soporte en su actuar ante las condiciones a las que se exponen día a día.
Xtrem Secure: ¿Puede comentarnos alguna anécdota que haya tenido con este servicio?
César Romero: En 2017 un cliente con problemas de asaltos en occidente, nos contrató personal intramuros, la tasa de asaltos se minimizó un 99% en el primer año de operación, esto permitió mejor gestión de sus operaciones y resultados positivos al resolver estos incidentes por medio de personal armado y capacitado para identificar y disuadir cualquier intento de robo.
Xtrem Secure: ¿Algo más que desee agregar?
César Romero: GRUPO MOSEG cuenta con la Licencia de Portación de Armas emitida por la Secretaría de la Defensa Nacional, así como los permisos Federales y Estatales para operar dentro del marco jurídico con toda responsabilidad y legalidad. Proporcionamos servicios armados y soluciones tecnológicas en seguridad a los sectores más productivos, manteniendo como prioridad, la protección de la vida y los bienes, trabajando con un alto sentido de responsabilidad, disciplina, respeto y compromiso con la sociedad; contamos con una sólida infraestructura a nivel nacional, que permite garantizar la protección personal y del patrimonio de nuestros clientes.
