La positividad tóxica es un concepto nuevo en psicología y se define como la tendencia a presentarse como feliz sin importar lo que pase.
Las personas que sufren de positividad tóxica están desconectadas de cualquier cosa que pueda ser vista como negativa y también animan a los demás a ver siempre el lado positivo y a no abrirse a cuestiones tristes o difíciles.
De acuerdo a una entrevista publicada en el Observatorio del Tec Monterrey, las psicólogas estadounidenses Samara Quintero y Jamie Long, definen la positividad tóxica como “la sobregeneralización excesiva e ineficaz de un estado feliz y optimista en todas las situaciones.
El proceso de positividad tóxica resulta en la negación, minimización e invalidación de la auténtica experiencia emocional humana”, agregaron.
Quintero y Long explicaron que ser siempre positivos se vuelve negativo cuando esta actitud se usa para reprimir emociones como el resentimiento, tristeza o enojo.
En tanto, el psicólogo Konstantin Lukin señaló que al negar las emociones negativas, éstas se pueden hacer más grandes y se convierte un ciclo donde van creciendo y acumulándose, ya que no son procesadas, hasta que la situación se vuelve insostenible.
Samara Quintero y Jamie Long destacaron también que la positividad tóxica produce vergüenza, suprime otras emociones y produce aislamiento.
Signos para detectar la positividad tóxica
- Escondes o enmascaras los verdaderos sentimientos.
- Finges que todo está bien y sigues adelante ignorando varias emociones.
- Te sientes culpable de tus emociones negativas.
- Minimizas experiencias de otras personas con frases como “todo estará bien” y “hay que ser positivos”.
- Consuelas a otros dándoles perspectivas, diciendo “podría ser peor”.
- Atacas y humillas a alguien por expresar frustración, tristeza o cualquier cosa que no sea positividad.
- Ignoras las cosas que te molestan con un “así pasa”.
¿Cómo evitar la positividad tóxica?
Para empezar, es necesario aceptar las emociones como información o una guía y dejar de pensar que las emociones son negativas, ya que connota un rechazo automático.
Lukin lo describe como quitarse un peso de encima, ya que además de poder procesarlas, puede llevarnos a ser más abiertos con nuestros seres queridos y hablar de cómo nos sentimos, en lugar de siempre pretender que todo está bien.
Ser positivos no es algo malo, es bueno tratar de ver el lado positivo de las cosas, más en estos tiempos de la pandemia de covid-19, pero es igual de importante aprender a escuchar qué información quieren transmitirnos nuestras emociones y escucharlas y reconocerlas, incluso si son negativas.
Dejar de intentar ser siempre positivos y aprender a procesar los sentimientos nos ayudará a comprenderse mejor a uno mismo y a los demás.
