Más que nunca, somos testigos de avances tecnológicos que se dan a pasos agigantados y en tiempo récord. Dos de los ámbitos protagonistas del año 2020 es el IoT (Internet de las Cosas) y los dispositivos móviles. Estos hacen que pasemos mayor parte de nuestro tiempo conectados a la red, incluso para nuestras tareas diarias. Sin embargo, los atacantes sacan provecho de esto mediante estrategias creativas para dar vida a ataques cada vez más eficaces y específicos. ¿Podrán las nuevas redes 5G solventar tantas amenazas?
Por defecto, una de las principales vulnerabilidades presentes en los dispositivos móviles y IoT es la cantidad abrumadora de datos que se manipulan y viajan por la red cada minuto, cada hora y cada día. Los datos son los que más valor tienen para los cibercriminales, ya que existen altas probabilidades de encontrarnos con datos personales que permitan construir el perfil económico, financiero o peor aún, tener acceso a datos bancarios.
Datos preocupantes de la seguridad móvil y IoT
Ahora bien, si el ámbito del mundo móvil es uno de los que más crece año tras año, ¿por qué aún existen tantos riesgos de ciberataques? Uno de los factores principales es el que tiene que ver con el negocio en sí de los servicios móviles. De acuerdo a investigaciones realizadas por uno de los gigantes de las telecomunicaciones, Verizon, un porcentaje importante de compañías han sacrificado la seguridad a cambio de mayor conveniencia. Sin embargo, tal vez esas mismas compañías y otras más, han sido víctimas de algún problema de seguridad en sus servicios o en casos peores, se vieron involucrados en asuntos legales con sanciones como consecuencia de ello.
Por desgracia, menos del 50% de las compañías afectadas tomaron la decisión de aumentar el presupuesto anual orientado a mejoras en la seguridad de sus productos y servicios. Incluso si esto implica una importante pérdida de datos y dinero. ¿Qué se necesita para que más compañías tomen conciencia de la seguridad su división de telefonía móvil y IoT? La respuesta es bastante sencilla, simplemente que tomen conciencia, en especial entre las partes más influyentes de las compañías.
Entonces, ¿cuál es la solución para que se pueda aclarar el rumbo hacia una seguridad robusta de los servicios móviles y IoT? La tendencia apunta a las redes 5G. Aunque aún está en fases muy tempranas de implementación en algunos mercados, ya existe una gran expectativa respecto a los impactos de seguridad. Por otro lado, también hay mucha preocupación. En especial, si nos referimos a los usuarios finales de los servicios asociados a 5G, esta nueva generación de redes móviles propone una conectividad sin igual, la cual tiene como objetivo para satisfacer necesidades que se orientan especialmente a tecnologías de gran escala como Internet de las Cosas.
No debemos pensar que la red 5G será la solución definitiva. Queda en evidencia que todas las potenciales mejoras de seguridad, deben ir de la mano con los demás servicios móviles, también los que están bajo la manga del Internet de las Cosas. Todas estas tecnologías en alza deben trabajar en conjunto para evitar un potencial gran agujero de seguridad.
