NUEVAS REGLAS PARA EMPRESAS DE SEGURIDAD PRIVADA

En principio, la seguridad está a cargo del Gobierno; y en el caso concreto de nuestra Ciudad, es responsabilidad principalmente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por lo que tiene distintas corporaciones y elementos de policía con diversos fines.

Dice la ley, que es obligación de todos los elementos de policía, contar con estudios, capacitación y profesionalización para desempeñar su trabajo en beneficio de la sociedad.

Pero, nuestra capital como muchas otras ciudades, ha presentado históricamente un problema por la percepción de seguridad y la falta de elementos de policía que puedan realizar sus labores en todos lados. Tan solo en los primeros 4 meses de este año se han registrado 4,202 carpetas de investigación iniciadas por el delito de robo a negocio en la Fiscalía General de Justicia de la CDMX

Justo por esos datos, hemos visto un incremento en el número de negocios o establecimientos que prefieren contratar seguridad privada para reforzar las políticas de cuidado en sus locales o espacios;

De acuerdo con el INEGI, en la Ciudad hay 125 empresas autorizadas, por lo que no es raro ver en espacios privados, personal de empresas particulares prestando servicios de seguridad,

Sabemos que la simple presencia de cuerpos de seguridad disminuye el índice delictivo; pero ¿qué pasa si ante la presencia policial se comete algún ilícito?

Si se trata de elementos de alguna corporación policial, estos tienen la obligación de seguir los protocolos para detener y presentar al presunto delincuente, entre ellos “primer respondiente”.

Pero en el caso de las empresas privadas, lamentablemente no en todos los casos dan capacitación o adiestramiento necesario para atender estos incidentes, y muchas veces los elementos deciden no meterse para evitar problemas o tener que estar en un proceso de denuncia ante el ministerio público, pues de acuerdo con la ley, son auxiliares directos para la política de prevención del delito.

Por eso, propuse ante el Congreso CDMX cambios a la Ley para que las empresas de seguridad privada también tengan la obligación de apegarse un protocolo único de actuación, que sea en términos similares a los que establecen las reglas del primer respondiente.

Estoy convencida que otorgando capacitación, profesionalización y sensibilización a los elementos de seguridad privada, lograremos que estos auxiliares, brinden servicios de calidad y ayuden a la disminución del índice delictivo de nuestra ciudad; pues recientemente con la reactivación económica, se realizan actividades en espacios privados, centros comerciales, tiendas, museos entre otros.

De esta manera podemos avanzar en la lucha contra el crimen y garantizar el derecho a la seguridad que las y los ciudadanos tienen; pues no debe ser sólo en el espacio público, sino en todos lados.

¿La propuesta es viable? Yo creo que sí, consideremos a las corporaciones que ejercen funciones idénticas a la de la seguridad privada, como la Policía Bancaria e Industrial o la Policía Auxiliar, de donde por cierto pertenece el personal de la ahora llamada Policía del Transporte, a quienes se les ve en andenes u vagones del metro mayormente, y que por pertenecer a la Secretaría cuentan con capacitación para aplicar protocolos de actuación ante diferentes emergencias.

El hecho de que el servicio de seguridad privada sea brindado por particulares, no significa que aquellos que tienen la autorización para operar, puedan subestimar la capacitación de elementos operativos; y aún con mayor razón, si tienen funciones similares a diversas áreas de la Policía de la capital.

Hagamos que todos los espacios que utilizamos como ciudadanos, sean seguros y contemos con el mismo nivel de protección y seguridad en la calle que en algún espacio privado.

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