LA IMPORTANCIA DE LA SEGURIDAD EN LAS PUERTAS AUTOMÁTICAS

Las puertas automáticas aumentan la seguridad de negocios, establecimientos e incluso edificios de viviendas, especialmente cuando van acompañadas de un sistema de control de acceso. Cada vez son más los que se deciden por apostar por ellas para sus edificios. Y a la hora de elegir la puerta automática, además de fijarse en el diseño y en su funcionalidad hay que preocuparse por los sistemas de seguridad que tiene instalados. Así conseguiremos que todo funcione a la perfección y que no haya problemas, ni accidentes indeseados.

Puertas que se quedan a mitad de recorrido o no se abren ni cierran completamente, motores que no funcionan, elementos externos que impiden el buen funcionamiento de los sistemas… las puertas automáticas están sujetas a averías e incidencias, más o menos graves, que provocan molestias y que pueden causar accidentes.

¿Cómo controlamos la seguridad de las puertas automáticas? Hay tres aspectos que nos indican si se cumplen las máximas garantías de seguridad: la puerta cuenta con los elementos de seguridad exigidos a cada modelo, la empresa cumple con la normativa vigente y que tenga un buen servicio de mantenimiento. Estos aspectos son clave para reducir los riesgos a los usuarios y garantizar la calidad y el buen funcionamiento de las puertas automáticas.

Para ello es necesario que a la hora de elegir su proveedor de puertas automáticas evite tentaciones. En muchos casos se opta por puertas automáticas ‘piratas’, más baratas pero que no cumplen con la normativa vigente, con lo que no ofrecen las garantías de seguridad necesarias. Es más, la aparición de numerosas puertas automáticas ‘piratas’ ha hecho que se haya iniciado una campaña de inspecciones por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para vigilar al sector, imponer sanciones y precintar las puertas automáticas ‘piratas’ y reducir así el nivel de incumplimiento.

Una buena puerta automática debe llevar el marcado de la CE y adaptarse a las directivas europeas de calidad para garantizar la seguridad y cumplir con la legislación vigente. Estas normas marcan la seguridad en el diseño, la utilización, la accesibilidad, la instalación, la protección contra incendios y todos los aspectos que afectan al buen funcionamiento de las puertas automáticas.

Esta obligación proviene de una normativa, en vigor desde 2005 y modificada en 2013, que establece que tienen que estar certificadas por técnicos autorizados y llevar su correspondiente marcado CE. Ese marcado CE es un certificado con la acreditación de fabricante, tipo de puerta automática, prestaciones y certificado de ensayo entre otros.

Además, cuando el fabricante entrega una puerta automática debe entregar una documentación concreta: una declaración de conformidad, un manual de uso y mantenimiento y un libro de registro de mantenimientos, en el que se reflejen las operaciones realizadas, con la fecha y la firma de los profesionales que las han realizado.

Por lo que respecta a los elementos de seguridad de las puertas automáticas los más habituales suelen ser fotocélulas y sensores de seguridad, que detectan el paso de personas e impiden el cierre de las puertas y garantizan la protección a los peatones. Con ello se reducen los riesgos por aplastamiento o colisión. Pero dependiendo del modelo de puerta también están los sistemas de control de acceso, identificadores de personal de acceso, cerrojos automáticos, llave exterior, cerrojo de suelo…

A todo ello se une la necesidad de realizar un buen mantenimiento. Un mantenimiento periódico previene accidentes, reduce averías y los inconvenientes que pueden generar y ayuda a alargar la vida de la puerta automática. Y para que ese mantenimiento sea el adecuado no lo puede hacer cualquiera. Debe realizarlo una empresa con solvencia acreditada y con personal titulado y con experiencia. Las puertas automáticas son piezas que necesitan ajustes, calibración, sustituciones de piezas… y es necesario que se hagan por un equipo técnico cualificado que conozca sus características.

En Manusa son conscientes de la importancia de la seguridad en las puertas automáticas. Por ello todos sus productos cuentan con la garantía de cumplir con toda la normativa europea para las puertas automáticas. Además, en el proceso de fabricación en cada uno de sus productos se toman las medidas encaminadas para suprimir cualquier riesgo a lo largo de la vida útil de sus puertas y para que estas puedan funcionar sin riesgo para las personas.

Además, Manusa dispone de un servicio postventa, Manusa Service, que se caracteriza por la rapidez a la hora de resolver incidencias y por cumplir con las máximas garantías de calidad y exigencia. Ello, unido a la exigencia de un mantenimiento periódico por parte de técnicos autorizados, garantizan que sus clientes puedan disfrutar de sus puertas automáticas en óptimas condiciones durante una extensa vida útil.

La seguridad en las puertas automáticas es clave para garantizar su buen funcionamiento y para proteger a las personas que cada día circulan por ellas. Por ello en Manusa integran la seguridad en cada una de las fases de diseño y fabricación para asegurar la máxima calidad de cada uno de sus productos.

 

Mayo – Junio 2019

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