JACK DORSEY, CEO DE TWITTER

Jack Dorsey, cofundador y CEO de Twitter, llama la atención de sus seguidores con frecuencia: ya sea por sus hábitos frugales, sus reflexiones o sus modestos ingresos. Tiene 42 años, es exitoso y multimillonario. Como es de esperar, cada una de sus acciones suscitan interés del público.

Se supo que Dorsey recibe por su cargo en Twitter un sueldo de 140 centavos de dólar. El número coincide con el límite máximo de caracteres que podía tener un tuit ( aunque en 2017 se extendió el límite a 280 caracteres). ¿Por qué tan poco? Durante años, el ejecutivo renunció a un ingreso más alto porque cree que de esa manera muestra su compromiso con la “creación de valor a largo plazo” que ofrece la red social.

Más allá de este gesto simbólico, lo cierto es que a Dorsey dinero no le falta. Su fortuna proviene, en gran parte, de su participación accionaria en Twitter, que registró ingresos por USD 900 millones durante el primer trimestre del año. También recibe dinero de Square, un servicio de pago móvil que él también lidera como director ejecutivo.

No sólo su salario es escueto. También lo es su ingesta nutricional: sólo consume una comida al día. En un tuit reflexionó: “Los días parecen mucho más largos cuando no los interrumpes con el desa-yuno, almuerzo y cena. ¿Alguien más ha vivido esta experiencia?”.

Su comentario recibió una horda de críticas: algunos se focalizaron en el aspecto nocivo que tiene esta idea para la salud y por el mensaje, poco alentador, que transmite a quienes sufren desórdenes alimentarios. Otros pensaron que era una forma poco responsable de comunicar esta decisión. ¿Qué pasa con los que ayunan a diario obligados por la pobreza”.

Además de ayunar para potenciar su productividad (según su vi-sión), Dorsey camina 8 kilómetros por día para ir a su oficina, según contó en un podcast especializado en fitness.

A comienzo de año, el gurú tecnológico también despertó polémica cuando publicó imágenes de un retiro de 10 días que hizo en Myanmar para practicar vipassana, una técnica de meditación que plantea una purificación por medio de la autopercepción.

En Twitter publicó imágenes de su cuarto y explicó que durante 10 días no estaría en contacto con dispositivos, no leería, ni escribía ni haría ejercicios físicos. Ni siquiera tendría contacto visual con otras personas. Las críticas no se hicieron esperar. Esta vez se le reclamó su falta de crítica a la persecución que se estaba llevando a cabo contra la minoría rohingya, en ese país.

Él contestó que Twitter estaba abierto para quien quisiera denunciar eso. Parece que los seguidores no pudieron dejar pasar que dedicara un tuit a mostrar su proceso de purificación en un lugar atravesado por una grave situación política. Ser multimillonario, popular y dueño de una de las empresas de tecnología más conocidas del mundo tiene su costo. Y las redes sociales dejan ver ese costo de manera inmediata, directa y sin filtros.

Dorsey, junto a Evan Williams, Biz Stone y Noah Glass, creó en 2006 Twitter. En poco tiempo se convirtió en un éxito. En 2008 Dorsey fue elegido como uno de los innovadores menores de 35 años más im-portantes del mundo; y en 2012, The Wall Street Journal lo destacó como “el innovador del año” en el rubro tecnología por su desarrollo de Twitter y de la app de pagos Square, que nació en 2009.

Tal como Bill Gates o Mark Zuckerberg, nunca se graduó de la facultad. Dorsey inició sus estudios en la Universidad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Missouri, luego continuó en la Universidad de Nueva York pero finalmente abandonó.

Decidió abocarse a la programación y en el año 2000 ideó un sistema que le permitía publicar novedades sobre su vida diaria a través de BlackBerry. No tuvo el éxito esperado y abandonó la idea, pero puede considerarse que fue la semilla que eventualmente daría inicio a la red social del pajarito.

Al poco tiempo conocería a sus futuros socios en Odeo, una página de podcasts, donde comenzó a trabajar. Allí resurgió la idea de crear una plataforma donde compartir ideas y opiniones de manera pública para mantenerse en contacto con familiares y amigos… y otros también. Según un artículo de Business Insider, los fundadores compraron el dominio Twitter por USD 7.000.

Fue el comienzo de un éxito: cuando la empresa salió a la bolsa, en 2013, Dorsey pasó a ser multimillonario. Su fortuna hoy está valuada en más de 5 mil millones de dólares. Es un férreo defensor de los bitcoins, una criptomoneda en la cual tiene parte de sus inversiones.

En medio del éxito y la riqueza, que alcanzó siendo tan joven, Dorsey hoy se muestra abocado a llevar una vida espiritual. Al menos es lo que se muestra. Y puede que así sea realmente. Después de todo, siguiendo el pensamiento de la pirámide de Maslow (una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en 1943), Dorsey está en la cima y sus motivaciones, al menos dentro de esta teoría, podrían estar vinculadas a la autorrealización. Y sino fuera así, ¿quiénes somos para juzgarlo?

 

Marzo – Abril 2020

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