Las manifestaciones que están teniendo lugar en Hong Kong que pese a derogarse la ley de extradición aún siguen en todo su auge, serán las primeras en la historia de la humanidad en las que los concentrados se hayan enfrentado a un poder omnímodo de la tecnología.
Cuando en España sucedió el 15-M las tecnologías servían como herramienta para llamar a las personas descontentas con el gobierno a las plazas. No fueron poco los análisis que se hicieron al respecto si bien, en algunas ocasiones se engrandeció el poder que plataformas como Twitter o Facebook tuvieron en el éxito de aquellas movilizaciones sociales.
En el caso de la ciudad china, la tecnología ha tomado otro derrotero muy distinto y está más que comprobado que se está empleando para perseguir a los manifestantes. Control de cámaras, control de las llamadas o control de las redes.
Es por este motivo que los propios manifestantes han decidido poner la tecnología a su servicio para intentar escapar al control policial.
Sistemas como Telegram están siendo empleados para la comunicación entre los manifestantes. De hecho y según apunta La Vanguardia, el sistema de mensajería habría sufrido ataques desde China.
Otros sistemas empleados por los manifestantes para comunicarse son aplicaciones como Pokemon Go. Con el pretexto de encontrarse para cazar una de esas criaturas de videojuego, los manifestantes emplean la aplicación para concertar sus acciones. Del mismo modo se emplean programas como Tinder o la plataforma para videojuego Twitch para organizar los actos contestatarios. Existen incluso conductores de Uber que deben desactivar su geolocalización para poder socorrer a los manifestantes y llevarlos a casa.
En otra línea se recomienda emplear AirDrop de Apple para el intercambio de archivos y documentos porque no precisa de conexión a la red para realizar esa actividad. Sistemas de correos como Telegram, Threema o Wickr, aplicaciones para llamadas comoRedPhone o Signal son otros de los muchos elementos tecnológicos para combatir el supercontrol que está llevando a cabo China en Hong Kong.
Por último y no menos importante hay que destacar el uso que hacen los manifestantes de los punteros laser. Con ellos intentan inhabilitar las cámaras de vigilancia de las que disponen los policías o que están instaladas en las calles.
Ciertamente se dijo que la tecnología serviría para hacer de este mundo más libre. Sin embargo, los ejemplos que nos llegan desde Hong Kong hace que nos replanteemos esa idea.
