EMPRENDEDORES DIGITALES: LLEGARON PARA QUEDARSE

Si comenzaste con un negocio digital en la pandemia o quieres arrancar, te dejamos los básicos que debes de saber para alcanzar el éxito.

La pandemia potenció el surgimiento de nuevos emprendedores digitales. Y llegaron para quedarse.

Con todas las medidas de distanciamiento social, los negocios presenciales han migrado y orientado su operación hacia la web o plataformas digitales, donde han encontrado grandes beneficios.

Tec Review conversó con Armando Ruiz, profesor del Tecnológico de Monterrey, y con Nacho Flores, fundador de Fido, plataforma digital para proteger transacciones monetarias –en particular en el sector inmobiliario– sobre las características, oportunidades y retos que tiene el emprendimiento digital en México.

Emprendedores digitales y tradicionales ¿en qué son diferentes?

Armando Ruiz afirma que el emprendimiento digital es una tendencia que nació hace más de 30 años con el desarrollo de internet, pero su crecimiento se potenció –aún más– con la pandemia de la Covid-19.

Define el emprendimiento digital como “aquel negocio que busca resolver la necesidad de un grupo de personas, generando valor de forma preponderante a través de internet, ya sea páginas web o aplicaciones móviles, o una combinación de ambas”.

Dice que, según la naturaleza del emprendimiento, el digital no está peleado con acciones del emprendimiento tradicional. Es decir, puede buscar un lugar físico, como lo hacen las cocinas que venden por aplicaciones, o que tengan colaboradores, como los casos de aplicaciones de transporte o que reparten comida.

En tanto que Nacho Flores, desde su experiencia como emprendedor digital, nos explica cuáles considera que son las características de los emprendedores digitales:

La forma de pensar

“Un emprendedor tradicional piensa en el cliente de al lado, que habla su mismo idioma, vive en su ciudad, que ve cara a cara o se comunica por teléfono. Pero, el emprendedor digital está pensando en cómo le hace para que su plataforma funcione para el idioma tailandés, chino, inglés. Piensa en más allá de su frontera, pues su cliente cambia, no solo es local, es global”.

El modelo de negocio

“Muchas veces el emprendedor tradicional lo que está viendo es buscar a jugadores grandes para que sean su cliente, como el gobierno, por ejemplo. Con un cliente grande, ya la hace. Pero, en digital, pueden surgir casos como nosotros, que cobramos comisiones muy pequeñas, pero nuestro modelo no es atender a uno, sino a muchos clientes, a escala masiva”.

El levantamiento de capital

“Para el emprendedor digital, ver cómo inyectar más capital es crucial para su negocio, porque está pensando de manera global, y para llegar a lo global el levantamiento de capital es crucial. Si bien el emprendedor tradicional también busca capital, no hace tanto énfasis porque su nicho de mercado es más reducido”.

Emprendimiento digital, con un enorme mercado

De acuerdo con el reciente Censo de Población y Vivienda 2020, poco más de la mitad de los hogares (52.1%) en el país cuenta con acceso a internet.

Buena parte de la población todavía desconfía de realizar sus transacciones a través de medios electrónicos, por temor a perder su dinero por fraudes o ciberataques.

Ante este escenario, el profesor Armando Ruiz afirma que estas condiciones no constituyen barreras para los emprendedores digitales, pues no son imposibles de franquear.

“La Asociación Mexicana de Internet calcula que el país hay 80 millones de internautas. De estos, más del del 90 % se conecta desde el teléfono celular. Esto habla de que hay un público potencial muy grande. El año pasado, entre marzo y junio, el número de mexicanos que compraron por internet se duplicó, es decir, hay oportunidades”, dice.

Sobre la desconfianza de realizar operaciones en línea –donde se tienen que dar información sensible como los datos de la tarjeta de crédito o el domicilio personal– Ruiz señala que existen formas de contrarrestarla, de tal manera que el negocio se vaya ganando la confianza de los clientes.

“Muchos emprendimientos digitales han buscado sistemas híbridos, en la cual en una primera compra online usualmente mandan sus productos a un Oxxo, o a una tienda cercana. También están las tarjetas prepago para que el cliente sienta más confianza”, expresa.

Dice que los emprendedores no deben tenerle miedo a que los clientes no consuman desde lo digital en un principio, ya las cifras de comercio electrónico en México muestran que, en un año, se avanzó lo que se esperaba que ocurriera en cinco años.

Fido, un emprendimiento digital que nació de la desconfianza

Nacho Flores, fundador de Fido, explica cómo funciona su modelo de negocio; un ejemplo de emprendimiento digital.

“Funcionamos como un escrow (fideicomiso) gringo, que no es otra cosa que un servicio de custodia monetaria mientras la operación legal de transmisión de un bien inmueble se lleva a cabo, es decir, protegemos el dinero de un comprador para que nunca entregue un anticipo directo al vendedor, sino hasta después que se haya concretado la venta”, comentó Flores.

Su idea de negocio surgió por una amarga experiencia personal, ya que fue víctima de fraude en una operación de compra-venta de un inmueble, en el cual, dio su anticipo al supuesto vendedor, quien nunca respondió.

“Me di cuenta que todos estamos a expensas de la confianza de la otra parte con quien hacemos una operación, por eso nuestro negocio surge por la desconfianza que hay, para resolver ese nicho de mercado”, explicó.

Comenta que, a diferencia de sus competidores tradicionales, que son las instituciones financieras que tienen el negocio fiduciario y que utilizan la figura de los fideicomisos, en Fido cobran una comisión mucho más baja, que es 0.4 % frente al 2 % o 3 % de las fiduciarias.

Además, explica que la apertura de un contrato es más ágil, dado que se desarrolla todo en internet, sin necesidad de ir a oficinas ni utilizar papeles, utilizando la Firma Electrónica Avanzada (e.firma) que otorga el Servicio de Administración Tributaria.

En ese sentido, los contratos tienen validez jurídica porque además de firmarse con la e.firma, se realizan con el respaldo de una casa de bolsa, lo cual da certeza financiera de que el dinero que entrega en custodia el cliente está bien resguardado.

Es así que, en una operación con un inmueble, el comprador da su anticipo a Fido una vez firmado el contrato, en el que también participa el vendedor. Una vez que se hayan hecho los trámites legales para la compra-venta, el vendedor recibe el dinero que dio el comprador, pero si no se concreta la operación, el comprador tiene la garantía de obtener de regreso el dinero.

Nacho Flores explica que su estrategia de difusión no consiste en grandes campañas de marketing, sino que se dirigen a comunidades digitales de Facebook, de bienes raíces o de abogados, con el fin de explicarles el modelo de negocio.

Dice que esto es así porque se trata de asuntos que tienen cierta complejidad de entender, como lo es el funcionamiento de escrow o cómo se manejan los contratos con la e.firma, temas que no se pueden explicar en spots publicitarios o compañas de marketing digital.

“Nuestro mayor éxito ha sido promocionarnos de ‘boca en boca’ en redes sociales. Tenemos charlas, explicamos con calma, escuchamos y resolvemos dudas. Cuando tenemos éxito con una comunidad, ellas nos recomiendan y se va haciendo más grande nuestro nicho”, añade Flores.

 

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