Finalmente, el sector de autotransporte logró que se prohíba el uso de inhibidores de señales, conocidos como jammers, que son empleados por delincuentes para el robo de vehículos y mercancías en carreteras.
Se espera que hoy sean publicadas en el Diario Oficial las reformas a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión donde se establece como delito -con penas de 12 a 18 años de prisión- a quien use esos inhibidores.
En la ley se fija la prohibición para la fabricación, comercialización, adquisición, así como instalación, portación, uso y operación de equipos que bloqueen, cancelen o anulen las señales de telefonía celular, radiocomunicación o transmisión de datos o imagen.
Según la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), que capitanea Víctor Presichi, estos inhibidores son usados en más del 80 por ciento de los robos que sufren los transportistas de carga en el País.
Así que para los transportistas, representados por la Canacar, de Enrique González, habrá un marco legal que los respalde.
Sólo las autoridades encargadas de Centros Penitenciarios y Reinserción Social podrán utilizar inhibidores de señal celular y GPS en sus instalaciones para inhibir llamadas. Ojalá lo hicieran.
