Sin duda, la pandemia implicó una sacudida en nuestro consumo y prácticas culturales, ¿qué tanto nos volvimos más adictos al entretenimiento en medios digitales?
La Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020 es un estudio de gran importancia, dado que prácticamente ha sido el único que se ha aventurado a investigar los efectos de la suspensión y reclusión de la vida cultural entre los públicos y en sus prácticas culturales.
Se trata de una encuesta nacional, en la que participaron hombres y mujeres de todo el país, edades y condiciones sociales. Sin embargo, tiene naturalmente un sesgo debido a que la gran mayoría de los encuestados fueron personas interesadas en la cultura con, al menos, nueve años de escolaridad y que cuentan con internet para acceder a la plataforma cultural de la UNAM.
Por ello, sin duda, agrupa a un conjunto de personas más sensible y predispuesto a la realización de prácticas culturales que el promedio de la población del país. Esta sobrerrepresentación de la población interesada en la cultura (86.3% cree que son muy importantes las actividades culturales para la sociedad) permite observar una mejor fotografía de las “minorías activas” que anhelan una vida cultural más rica y diversa.
De los 8 mil 780 encuestados, 48.7% se ubica en la Ciudad de México. El 51.3% restante, en otros puntos de la República: una franca muestra de que el proceso de descentralización cultural se encuentra inconcluso.
Las entidades federativas con mayor participación fueron el Estado de México, Guanajuato, Veracruz, Jalisco, Aguascalientes, Morelos, Quintana Roo, Puebla, Yucatán, Nuevo León, Hidalgo y Querétaro. Por regiones, las que tuvieron una respuesta mayor fueron Centro y Centro Occidente; de esta última, se presentaron diez de cada cien reactivos de la encuesta.
En la siguiente tabla se aprecian la sobrerrepresentación en ciertos estados. Destaca que, después de la CDMX y el Estado de México, Aguascalientes es el estado que más respondió al llamado de la encuesta.
El “antes” de la pandemia
Sobre el consumo de bienes y servicios culturales que realizaban las personas encuestadas se pueden analizar las respuestas a la pregunta: Antes de que comenzara el confinamiento, ¿cuáles eran las tres principales actividades culturales que preferías realizar durante tu tiempo libre? Los tres principales consumos fueron:
- Ir al cine
- Ir a museos
- Ir a conciertos
Las actividades menos frecuentes fueron:
- Ir a bibliotecas
- Ir a galerías y ferias de arte
- Ir a sitios arqueológicos
- Ir a presentaciones de danza
Hay que tomar en cuenta que en este estudio se consideró que los entrevistados podían tener intereses culturales amplios y, en consecuencia, realizar varias actividades. De tal modo, la encuesta dio la opción de seleccionar hasta tres actividades culturales.
¿Qué características tienen quienes consumen estas ofertas más o menos preferidas?
La encuesta ENHCC 2020 destaca que las actividades culturales más frecuentes son:
En cuanto a las actividades de mayor preferencia, el cine continuaba siendo, a pesar de las plataformas de video como Netflix o Amazon Prime, el principal bien a consumir (67.9%).
Las otras dos actividades, “Ir al museo” e “Ir a conciertos” muestran algunas diferencias. “Ir a museos” (52.7%) es una selección ligeramente más femenina que masculina; es preferida por jóvenes con un poco más de escolaridad y de menores ingresos. En la Ciudad de México, cuenta con mayor preferencia, posiblemente porque la oferta es mucho mayor.
En cuanto a “Ir a conciertos” (32.2%), la interpretación de las respuestas es más difícil porque la noción de “concierto” supone un abanico muy grande. Abarca desde la música sinfónica hasta las muy diversas muestras de música popular ejecutadas por grupos mexicanos y extranjeros. Por ello, puede resultar sorprendente que en este estudio el público de conciertos sea de personas con escolaridad media y alta e igualmente con ingresos medios y altos. Es decir, parece estar lejos de la oferta juvenil y gratuita.
En el grupo de interés medio, “Ir a librerías” (25.9%), “Ir a presentaciones de teatro” (23%) e “Ir a mercados de artesanías” (19.5%) son consideradas actividades que implican un gasto mayor, sobre todo las dos primeras -realizadas por personas de mayor edad, escolaridad e ingreso-.
De las cuatro actividades de menor asistencia, la cuarta es “Ir a bibliotecas” (15.7%) -una actividad ciertamente más de jóvenes-.
En antepenúltimo sitio (15.2%) está “Ir a galerías y ferias de arte”. La practican más mujeres que hombres, de edades entre los 20 y los 39 con escolaridad de secundaria o universidad.
La penúltima actividad en el interés de los encuestados (14.6%) es “Ir a sitios arqueológicos”. Esta es posiblemente la actividad que supone mayor gasto entre la paleta mostrada para el estudio. Supone mayor edad, por lo que hay más jubilados que la practican, escolaridad media, así como ingresos medios y altos.
La de menor interés (11.3%) es “Ir a presentaciones de danza”. Los datos de este estudio nos dicen que acuden a ella más mujeres que hombres. Las edades predominantes son de 15 a 19 años, aunque también lo son las de más de 50 años.
Prácticas culturales
La encuesta también se interesó en conocer, además del consumo, las prácticas culturales, lo que supone el desplazamiento de la recepción por una actitud interesada en la interpretación o en la creación. A través se planteó la la pregunta: ¿Con qué frecuencia practicabas alguna de las siguientes actividades, antes de que comenzara el confinamiento por el COVID-19?
La irrupción de la internet en el consumo cultural
Casi simultáneamente a que se decretara el confinamiento por la pandemia, se abrió un conjunto amplísimo de ofertas culturales a través de la internet. Los esfuerzos en este sentido han sido enormes y sus responsables han sido entes públicos y privados, nacionales y extranjeros.
Por otra parte, la inmensa mayoría de estas opciones ha sido gratuita. ¿Cómo han respondido los entrevistados a estas posibilidades de consumo siendo, como lo han expresado, personas muy interesadas en la cultura?
Los que respondieron la encuesta consideraron 13 actividades a partir de la pregunta: Desde que comenzó el confinamiento por la pandemia, ¿cuánto tiempo dedicas a la semana a realizar las siguientes actividades?
Es interesante notar cómo ha cambiado el posicionamiento de la TV y la radio en el consumo cultural. En la Encuesta Nacional de Prácticas y Consumo Culturales de 2004, la audiencia de más de 5 horas de consumo de radio fue el 12.4%, en tanto que en la encuesta presente fue el 7.4%.
Con respecto a la TV, el mencionado estudio de 2004 señaló que los consumidores de más de 5 horas eran 19.7% y en esta encuesta representan el 7.6%. La diferencia puede deberse a la mayor oferta de bienes culturales en línea y/o a la pobre programación de estos medios.
