En muchas ocasiones se piensa que para mejorar las finanzas personales se requieren de dinámicas concretas que pueden parecer una misión imposible. Todo ello, con el objetivo de tener una salud económica óptima que permita alcanzar la libertad financiera.
¿Es posible que el presupuesto del que disponemos permita el margen de maniobra para que tu economía doméstica esté más saneada? La realidad es que sí. Hay muchos consejos que te pueden ayudar a largo plazo: recortar gastos innecesarios, utilizar aplicaciones móviles, automatizar transferencias y un largo etcétera. Sin embargo, en el más corto plazo se pueden lograr resultados realmente llamativos haciendo únicamente ajustes semanales.
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Si alguna vez has tenido problemas o actualmente tienes problemas con el dinero, puedes sentirse como si estuvieras solo. A medida que se acerca rápidamente el final del año, es un buen momento para crear pequeños hábitos que nos lleven al 2021.
Mejorar tus finanzas no siempre tiene que parecer como cambiar completamente tu vida y privarte de todo lo apetecible. Los hábitos simples y sostenibles generarán un crecimiento a largo plazo. En este sentido, ll final de las 4 semanas, tendrás dinámicas más conscientes y ahorrarás dinero que te motivará a seguir adelante.
Primero págate a ti mismo primero y guarda el dinero automáticamente
Si dispones de ingresos regulares el primer ajuste a tener en cuenta es que configures un guardado automático que salga de tu cuenta el día en el que llegue. En función de tus metas, puedes ingresar dinero a tus cuentas de inversión. Resulta uno de los métodos más simples para aumentar el volumen de tu capital ahorrado.
Tras dar este paso, hay muchas otras maneras de ahorrar pequeñas cantidades de dinero que se irán haciendo más grandes con el paso del tiempo. Hay aplicaciones e incluso bancos que redondearán tus cantidades y lo depositarán en cuentas de ahorro o remuneradas. Así, pese a que hacer esto no te hará rico, son esas pequeñas cantidades las que pueden marcar la diferencia al final del mes.
Intenta hacer días sin gastos para compensar el ahorro
Otro único ajuste que puedes hacer es que optar por no gastar. Es decir, los días sin gasto suponen una manera increíble de ahorrar cada 7 días. Se trata de que en esas fechas no emplees efectivo en ciertos artículos. Por ejemplo, puedes tratar desde que te despiertas hasta que te acuestas de no dinero en comida. Tira de lo que tengas en tu casa.
No se trata de que te prives, sino de ser consciente de lo que estás gastando. En muchas ocasiones, puede volverse tan rutinario que ni siquiera te percatas de lo rápido que se acumulan todos estos cargos. Estos días son un momento para reflexionar y asegurarte de que tus gastos se alineen con tus objetivos financieros. Haz la prueba de no gastar nada en día y a ver qué tal le sienta a tu bolsillo.
Vigila tus cargos más recurrentes
Por último, si tienes facturas no esenciales configuradas con pago automático, tómate un día para hacer un inventario de todas ellas. Asegúrate de usarlo lo suficiente para justificar el valor de pagarlo. Cancela cualquier cosa en la que no encuentres valor.
Revisa concepto por concepto y asegúrate de que no se te cobre de más por ningún servicio que no se te brinde o tarifas que no hayas aceptado. El pago automático tiene muchos beneficios, pero siempre es bueno establecer una fecha de pago y asegurarte de que todo sea correcto.
