Muchas parejas cancelaron sus festejos y hasta la “luna de miel” por lo que ese dinero puede ser útiles para las finanzas internas. Mantener el orden en sus finanzas permitirá incluso potenciales inversiones y hasta ahorros.
Para muchas parejas no hay pandemia que se oponga a realizar sus planes de boda. Prueba de esto es que vemos que muchas se casan en una ceremonia virtual o, incluso, en pequeñas bodas civiles desarrolladas con todos los protocolos de salud establecidos por la COVID-19.
En esa circunstancia, muchos cancelaron sus festejaron con grandes fiestas y no pudieron irse de luna de miel por lo que el dinero destinado a estos eventos podrían ser útiles para las finanzas internas. Edmundo Lizarzaburu, profesor de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN, indicó que es fundamental para una pareja recién casada mantener el orden en sus finanzas pues esto les permitirá tener registrado e identificado los ingresos, egresos, gastos y potenciales inversiones y hasta ahorros, buscando asignar los recursos de manera eficiente y sobre todo cuando sean escasos a través del tiempo.
“Una pareja que decidió formar una familia debe plantearse las siguientes preguntas: ¿Cuánto debería tener ahorrado al mes, al semestre, al año?, ¿Cuánto se debe gastar en el día, semana, mes y año?, puesto que el gasto que hacían antes, ahora no solo será compartido sino probablemente aumentará, ya que ahora son dos personas los miembros y que luego se incrementará con la llegada de los hijos”, explicó el experto en finanzas personales.
Agregó que para que estas preguntas tengan respuestas contundentes, las parejas deben tener claro, entre otras cosas: ¿Cómo se han comportado con sus pagos?, ¿Cuál es su situación financiera actual?, ¿Cómo está su empleabilidad, su trabajo?, ¿cuáles son sus metas personales, profesionales y en pareja?, una vez respondidas estas interrogantes, deben determinar sus metas financieras en conjunto, que puedan ser medidas y establecer un plan de acción para cumplirlas, además de ser dinámicas, flexibles y sobre todo resilentes.
Para realizar un plan de acción, debemos considerar una herramienta que muchas empresas usan y que se llama flujo de caja. Lo más recomendable es que este flujo esté basado por prioridades, con el objetivo de conocer de forma adecuada la información financiera de ambas personas, poner frente a frente, los ingresos con los gastos, de tal forma que se pueda llegar a conocer el ahorro y/o déficit de la economía del hogar, recomendó el docente.
Finalmente, Lizarzaburu informó que el flujo de caja de una pareja y el familiar sirve como herramienta de “contexto”, para conocer en qué se puede estar canalizando el dinero, ayuda ajustar los gastos, permite el control de los mismos, identifica deudas, prevé para el futuro y, sobre todo, contribuye a planificar el ahorro, donde esto último no solo significa tener dinero en una cuenta, sino ser eficiente en el gasto.
