CÓMO HACER UNA BUENA PLANIFICACIÓN PARA LO QUE RESTA DEL AÑO

Se terminaron las vacaciones, vuelven las clases y ya se perfila el 2022 a pleno. Es momento de pensar y definir una estrategia para nuestro dinero. Cómo funciona la regla 50/30/20. Qué hacer con los ahorros y las inversiones.

Por Hanna Schiuma

Todavía estamos a tiempo para hacer evaluaciones y balances del año que terminó. Planificar con mayor claridad e identificar qué queremos mejorar y cómo nos gustaría estar en 12 meses. Esto incluye, claro, nuestras finanzas personales.

También es un buen momento para hablar de la salud. Un tema que viene siendo muy mencionado en este último tiempo por motivos que todos conocen. Pero, qué entendemos por salud. En mi forma de verlo, es un todo que va más allá del bienestar físico y que abarca la salud emocional, mental, vincular y, también, la salud financiera.

De la educación a la inclusión financiera

Cuando se habla de finanzas se lo suele relacionar con números, gráficos, burocracia, turnos, bancos y un largo y tedioso etcétera. Pero, en realidad, es algo que sucede en el día a día, por ejemplo, cuando comprás y decidís pagar con tarjeta de crédito porque hay un descuento del 10%.

Sin embargo, hay muchísimas oportunidades de mejora. Para tener una referencia, según el último Informe de Inclusión Financiera del BCRA, el 91% de la población adulta argentina tiene acceso a una cuenta bancaria, pero el uso de pagos electrónicos, acceso al crédito, uso de efectivo y otras variables indican que existe una gran falta de educación financiera. Y la educación financiera es necesaria para que haya inclusión financiera.

Tips para cambiar nuestras finanzas personales

Entonces, qué podemos hacer para empezar a cambiar esta realidad. A continuación, les comparto algunos consejos para tener en cuenta:

#1. Nutrirse de toda la información que tenemos a disposición sobre cómo mejorar nuestro manejo financiero personal o familiar: planificación, ahorro, inversión, gestión de deuda, cuestiones impositivas. Todo lo que hace a nuestro universo financiero. Hacer un uso inteligente de redes sociales como Twitter e Instagram, donde influencers financieros educan de forma sencilla y hay comunidades para evacuar dudas o compartir intereses.

#2. Mirar para atrás y hacer un diagnóstico: ¿Cómo terminaste el año que pasó? ¿Pudiste ahorrar? ¿Tenés deudas? ¿Cumpliste con tus compromisos? ¿Tenés una planificación presupuestaria? Esto te permitirá saber en qué estado estás y va a ser la base de la planificación del 2022.

#3. Identificar gastos fijos y gastos variables. Registrar ingresos y egresos. Para eso existen apps como Moneyfy, Wallet by BudgetBaker o también está el tan amado y odiado Excel.

#4. Tener clara la diferencia entre ahorro -la parte de los ingresos que no destinamos a gasto, con el objetivo de preservar su valor- e inversión -capital que se invierte en distintos instrumentos con diferentes niveles de riesgo, para maximizar las ganancias y aumentar el patrimonio-. Un ejemplo de ahorro es comprar dólares, mientras que poner plata en un plazo fijo es una inversión.

#5. Armar un fondo de emergencia para afrontar imprevistos varios: empezar con 3 meses en efectivo por el total de nuestros gastos mensuales, pero ir sumando hasta llegar idealmente a 12 meses. Este fondo se compone de cierta cantidad de dinero que queda líquido y es un ahorro que conviene tener en moneda que no pierda mucho valor (dólares, euros, stablecoins, entre otras) y al que se pueda acceder rápidamente.

#6. Armar un portafolio de inversión. Para eso hay que entender qué clase de riesgo se está dispuesto a asumir y, sobre todo, cuál es el horizonte de tiempo para la inversión -de corto, mediano o largo plazo-. También, cuáles son los objetivos: nuestra jubilación, comprar un inmueble, viajar, estudios, construir un patrimonio familiar para descendientes, etc.

#7. Bonus track: Yendo a algo más práctico, hay una regla muy popular sobre cómo administrar los ingresos conocida como: Regla 50/30/20. Esto se traduce en: 50% en gastos necesarios, 30% en gastos deseables y 20% en ahorro e inversión.

Al momento de realizar inversiones hay muchas opciones y no todas son para todos los perfiles. Para tener una referencia es interesante hacerse una serie de preguntas:

¿Cuál es nuestra capacidad de ahorro?

¿Cuál es la razón por la que queremos invertir nuestro dinero?

¿Cuáles son nuestros objetivos principales y secundarios?

¿Cuánto dinero vamos a invertir?

¿Lo vamos a hacer de forma periódica?

¿Qué nivel de riesgo queremos asumir?

¿Cuál es el plazo de nuestra inversión?

Existen múltiples formas de invertir con diferentes niveles de riesgo, entre las más accesibles y populares está la posibilidad de abrir una cuenta comitente en un banco o en un broker online que permite elegir instrumentos como, por ejemplo, FCI (Fondos Comunes de Inversión), bonos, CEDEARs y acciones. Otra opción es comprar criptomonedas, más volátiles, como Bitcoin o Ether apostando a que suba su precio.

En definitiva, estar tranquilos es una buena medida para saber que tu salud financiera va por buen camino, que a vos te hace bien y te es útil. Siempre resultará muy saludable analizar y planificar tus finanzas personales para potenciar tus hábitos de ahorro y darle un salto de calidad a tu patrimonio.

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