Por Genoveva Ortíz
El balance a un año del inicio de la Jornada de Sana Distancia que paralizó todas las actividades económicas y productivas no esenciales, arroja un saldo negativo no sólo en términos de enfermedad y muertes, sino también en materia económica, cierre de empresas, desempleo y rezago educativo.
Con 2,197,160 de casos acumulados en más de 12 meses del confinamiento social y 198 mil 239 defunciones, líderes de distintos sectores advierten la necesidad de dar un giro de 180 grados a la estrategia, no solo para la contención de los contagios y mejora del proceso de vacunación, que ha ido muy lento; sino también, para reorientar recursos presupuestales que alienten la reactivación de la planta productiva y cierren la brecha digital que ha imposibilitado el acceso efectivo de millones de niños y jóvenes a la educación.
El presidente de Coparmex CDMX, Armando Zúñiga Salinas, recordó que a siete meses de asumir la presidencia de este organismo empresarial, ha mantenido el diálogo con el gobierno, a través del cual ha hecho más de 20 propuestas encaminadas a salvar empresas.
Informó que hasta el momento se han perdido alrededor de 70 mil unidades económicas de las 170 mil que se tenían registradas hasta antes de la pandemia, lo que se ha traducido a una pérdida de entre 200 y 230 mil empleos.
“Hemos insistido en tener algunos incentivos y créditos fiscales, desafortunadamente no tuvimos el eco que quisiéramos. No hay suficiente apoyo, sobre todo, para las pequeñas y medianas empresas. Ese es el diagnóstico de pérdida que tenemos hasta el día de hoy”, comentó el líder de Coparmex CDMX.
Recordó que la Ciudad de México ya se encuentra en Semáforo naranja; sin embargo, todas las afectaciones están por verse todavía. “Estamos analizando las últimas cifras que dio el INEGI y en las próximas semanas tendremos números más contundentes y empezaremos a ver -económicamente hablando- realmente los daños que tenemos en la Ciudad de México, a fin de empezar a construir y mantener el diálogo con el gobierno”.
Sobre el riesgo de que la vacuna sea utilizada con fines electorales, María de los Ángeles Fromow Rangel, presidenta de la Comisión de Desarrollo Democrático de Coparmex CDMX destacó que el sufragio es libre y secreto, por lo que no se puede condicionar el voto a ninguna prestación de servicios, bienes, recursos y programas sociales.
Para la legisladora del PAN, Alejandra Reynoso, integrante de la Comisión de Salud del Senado de la República este 23 de marzo se cumple un año del inicio de la catástrofe que ha sido el manejo de la pandemia, donde no solo se minimizaron los mensajes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que también se ha utilizado un discurso contradictorio, superficial e irresponsable, lo que no permitió transmitir una información clara y de forma sencilla a la población.
“El mensaje inicial hace un año: Se adelantan las vacaciones de Semana Santa. Ese fue el mensaje para suspender actividades. Se difundió la idea de que era un descanso y no que habíamos entrado a una fase de contingencia sanitaria”, indicó la legisladora del grupo parlamentario de Acción Nacional.
La senadora Reynoso recordó que el segundo gran error fue marcar plazos y fechas que no hasta el momento no se han cumplido. “Se pensó que esto iba a ser temporal, incluso, el propio Presidente el 17 de abril dijo que regresaríamos todos a abrazarnos y terminaría la Jornada de Sana Distancia”.
Consideró que otro gran error ha sido mantener al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell al frente de la gestión de la pandemia. “Él debió dejar el cargo el primero de junio cuando dio por concluida la jornada de Sana Distancia e hizo parecer que la pandemia se había superado, cuando ocurrió todo lo contrario, y la emergencia se recrudece mucho más”, apuntó.
La errática gestión de la pandemia es lo que, hoy en día, nos tiene lamentando más de 200 mil muertes, según datos oficiales de la Secretaría de Salud; pero que sabemos -por las cifras del INEGI- que la cifra es mucho mayor, señaló la legisladora panista al destacar que por errores similares o incluso menores, funcionarios de otros países ya han renunciado o ya se les ha pedido su renuncia.
Sobre la reorientación de los recursos de seguridad pública, en análisis hace las siguientes puntualizaciones: “A la fecha no se puede saber exactamente cómo los municipios reorientaron ese 33% de los recursos para hacer frente a la pandemia, porque están en proceso de comprobación ante el Secretariado, con plazo máximo para el último día hábil de abril de 2021, según los lineamientos para el otorgamiento del Fortaseg para el ejercicio 2020”.
Sobre la extinción de los fideicomisos: “No sabemos cuántos recursos provenientes de esta ‘fuente’ se gastaron en el combate al covid. Sólo sabemos que a la Secretaría de Salud se destinó apenas el 4.6% del monto total (2,565 mdp) de la extinción de los fideicomisos, los cuales se ejercieron para la función “salud”. A su vez, esa proporción representa una ínfima parte (1.7%) del gasto de la Secretaría en tal función”.
Sobre la rifa del avión y los fondos de la Lotería Nacional: “El 19 de febrero de 2021 se dio a conocer que la Lotería Nacional decidió clasificar como confidencial la información sobre los beneficios que se destinarían al Insabi, y sobre los hospitales beneficiarios. Su argumento: la información de los ganadores de la rifa es secreto comercial. No es posible conocer si las unidades hospitalarias recibieron el monto de los beneficios que la Lotería Nacional publicó en diciembre”.
Sobre los nuevos impuestos, el estudio señala que: “La adopción de un impuesto para gravar las grandes fortunas es una propuesta aún por discutir. El diputado Ramírez Cuéllar la presentó con el propósito de recaudar cerca de 100 mil millones de pesos, los cuales se destinarían a combatir el impacto generado por la pandemia. Sin embargo, todavía deben precisarse cuáles serían las reglas para la implementación de este impuesto y qué rubros del gasto en salud que se beneficiarían con esta mejora recaudatoria”.
Esta opacidad y falta de certezas no hacen más que agravar el hecho de que la pandemia golpeó justo en el centro de un sistema de salud deficiente, fallido de tiempo atrás. Por un lado, tiene baja capacidad instalada, infraestructura física limitada y recursos humanos escasos para operar los servicios y estar en posibilidad de garantizar el derecho a la salud de la ciudadanía. México es uno de los países de la OCDE que menos gasta en salud con respecto a su economía: 2.8% del PIB, 3.7 puntos porcentuales menos que el promedio de la organización. Lo recomendado por la Organización Panamericana de la Salud es gastar 6% del PIB.
De no asignarse un presupuesto suficiente en el sector salud, la lucha en contra de la pandemia seguirá acaparando los recursos y dejando sin atención otros padecimientos igualmente importantes, como los relacionados con la salud materno-infantil, así como el cáncer.
