8 RASGOS DE UN MAL SOCIO

Por Mariano Cabrera

Al igual que muchas personas, seguro te encuentras en la etapa de buscar socios para tu negocio o emprendimiento.

Comienzas a mirar a tu alrededor para buscar socios para tu emprendimiento hasta que encuentras a “tu media naranja de negocios”.

Al principio todo parece ideal pero al pasar el tiempo comienzas a notar que las cosas no eran como esperabas.

Y es que muchas veces al buscar socios para tu emprendimiento estarás enfocado en encontrar algunos rasgos ideales que te complementen, pero más importante que eso es encontrar aquellos rasgos que no quieres en un socio para tu emprendimiento.

Muchas veces es mejor prevenir, que curar.

Y a fin de cuentas, nadie quiere un mal socio.

En este artículo quiero enseñarte en base a mi experiencia, 8 rasgos que deberías evitar a la hora de buscar socios, y así terminar trabajando con un mal socio.

 

  1. EL SOCIO QUE HABLA MÁS DE LO QUE HACE

Existen tres tipos de personas en el mundo.

  • Los que son buenos para hablar y hacer
  • Aquellos que son terribles para hablar pero muy buenos en hacer
  • Y los que son grandes para hablar pero nada buenos para hacer

Realmente el último es el más peligroso de todos, este es un mal socio.

Este tipo de personas te hacen creer que todo está bien y bajo control, pero pronto te darás cuento que esto no es para nada cierto.

Más allá de la amistad, de que tengan algo en común o de cómo se hayan conocido, negocios son negocios y siempre es bueno revisar antes de dar un primer paso.

Nunca está de más al buscar socios pedir el curriculum vitae de este potencial socio para tu emprendimiento y comprobar lo que aparece allí.

Es más, hoy en día con internet, hasta simplemente buscando esa persona en redes sociales como LinkedIn el no encontrar nada, ya podría ser una pequeña señal en rojo.

Si este socio que estás investigando ha tenido éxito previamente, algún tipo de resultado, noticia o inclusive blog debería poder mencionarlo.

¿No es algo raro que no se diga nada sobre él?

¡Piénsalo!

 

2 – EL SOCIO QUE ES UN INCONSCIENTE

Un emprendimiento está siempre sobre la línea del éxito y del fracaso.

Esto significa que no puedes darte el lujo de perder dinero o invertirlo de forma errónea.

Y a la hora de buscar socios, este es un punto CRÍTICO.

Si un socio en tu emprendimiento quiere hacer algo hoy, mañana cambiar de idea, al otro día volver a cambiarla las cosas, realmente deberías preocuparte.

Cuidado, puede que estés ante un mal socio.

Está bien si uno tiene dinero probar diferentes innovaciones. Pero si no es esa la situación de tu negocio, deberías estar enfocado en cuidar el capital y apuntar al crecimiento planificado.

Quizás inclusive, esta sea la razón por la cual comenzaste a buscar socios.

Porque necesitabas apoyo en el crecimiento, más cerebros pensando y obviamente más fuerza de trabajo.

No es hora de lanzar la casa por la ventana.

Este es un mal socio, que realmente podría poner en peligro la empresa y no es tan sencillo detectarlo. Es más, muchos recién lo descubren luego de asociarse.

Mi consejo en este sentido, es que antes de asociarte, veas el grado de inteligencia financiera que pueda tener tu futuro socio.

Nuevamente, mejor prevenir que curar.

 

3 – EL SOCIO QUE NO SABE LIDIAR CON LAS PERSONAS

En el mundo existen muchas personas que no comprenden lo que está socialmente aceptado y lo que no, cuando se trata de otras personas.

El punto es que si un potencial socio para tu emprendimiento, no sabe lidiar con las personas, esto es una señal de alerta muy importante.

Desde un socio que te grite en público, que te trate mal, que te rebaje o que te intenté manipular o exponer, entonces la cosa va por mal camino.

Inclusive puede que a ti te trate bien y a los que están por debajo de él no, así que esto es otra señal.

Es más, hasta inclusive puede que te toque un socio tímido, introvertido y que no quiere o no se anima a presentarse ante los demás.

CONSEJO: Ponlo por un tiempo a prueba, date el tiempo de conocerlo antes de que el proyecto crezca. Es bastante raro que con el paso del tiempo, con más poder, dinero y status, vaya a cambiar radicalmente.

 

4 – EL SOCIO QUE NO SABE VALORAR A LAS PERSONAS

Puede que un socio para tu emprendimiento le falte algunas habilidades sociales, pero hay que frenar la situación cuando otras personas comienzan realmente a odiarlo.

Y peor todavía, cuando esas personas, son las que forman parte de tu negocio o emprendimiento.

Nunca debes olvidar que el capital humano de una empresa o negocio es clave para su crecimiento y nada (o mejor dicho NADIE) debería desprestigiar esta parte.

CONSEJO: Antes de asociarte, puedes probar de realizar algunas reuniones o sesiones presenciales junto a tu futuro socio y el equipo del proyecto.

Esto no significa que debas pedirle consejo a tu equipo o trabajadores, pero escuchar su opinión o ver como se relacionan con el futuro socio, no está de más.

Recuerda que las cosas se pondrán bien complicadas si no previenes esto a tiempo.

Desde perder a tus trabajadores estrellas, hasta inclusive ganarte una mala reputación o algún tipo de denuncia o demanda laboral.

 

5 – EL SOCIO QUE NO SE COMPROMETE CON EL NEGOCIO

Si estás leyendo este artículo y alguna vez te pusiste a buscar socios y encontraste uno, puede que te haya pasado esto.

Estoy seguro que alguna vez intentaste trabajar con una persona que realmente tenía mucho trabajo, proyectos o hasta obligaciones encima.

Es comprensible que una persona exitosa o con un cierto nivel tenga algunos proyectos paralelos.

Pero si realmente esa persona no podrá dedicarle tiempo a tu proyecto, entonces puede que se termine convirtiendo en un mal socio para tu negocio.

Algunas veces nos encaprichamos por conseguir a determinada persona para trabajar junto a nosotros y hay que comprender que muchas veces, esa persona no podrá dedicar el tiempo necesario al emprendimiento.

Lo ideal es que busques un socio para tu emprendimiento que pueda ayudarte desde el principio y codo a codo.

Y si esto no es posible, entonces que su aporte, pueda provenir de otra forma.

Pero recuerda. El trabajo que tu futuro socio no pueda hacer, si no logran delegarlo, te tocará hacerlo a ti.

 

6 – EL SOCIO QUE ES EGOCÉNTRICO

Cuando uno comienza un negocio, suelen existir un nivel de ego igualado entre ambas partes, en las que las cosas se manejan con cuidado para evitar algún tipo de roce.

Ambas partes se apoyan y buscan como colaborarse.

El problema radica cuando el socio para tu emprendimiento tiene un punto de vista diferente al tuyo y llega el momento de defender posiciones.

Cuando llegan grandes decisiones y si se tiene una relación 50-50 cada uno pondrá su punto de vista y ambos confirmarán lo que se va a realizar.

En cambio cuando la relación se torna 20-80 ó 100-0 entonces hay un problema grave.

Un socio toma todas las decisiones y llega el momento de que no toma en cuenta al otro.

El objetivo de buscar socios para tu emprendimiento es conseguir alguien que te apoye en las decisiones o que te haga volver a la tierra, pero no que quiera poner su figura por sobre la tuya.

Piénsalo bien.

A la larga, este tipo de relaciones, no son nada saludables.

 

7 – EL SOCIO QUE SOLO QUIERE EL 50% DEL NEGOCIO

Hay diferentes formas de asociarse o de conseguir un socio para tu emprendimiento.

  • Está el socio capitalista, que es quien pone el dinero.
  • Está el socio de trabajo que actúa junto a ti, pero con una cierta división de activos y control de la empresa.
  • Y luego está el socio igualitario, que invierten tiempo y dinero.

No importa qué modelos elijas, dividir las cosas 50-50 es una muy mala idea.

Es un asesino de negocios y te lo digo por experiencia.

60-40 estás bien, quizás 52-48, pero 50-50 no está nada bien.

Estar al mismo nivel es una receta para el desastre.

Siempre hace falta que haya una persona que esté en la parte superior, que controle, que haga rendiciones de cuentas, alguien que tome las decisiones finales y las riendas del negocio.

EJEMPLO: Hasta en los deportes, aunque varios jugadores estén en el mismo equipo, siempre hay uno con un rol superior, como el caso del capitán. Sin esta figura, todos terminaría tratando de hacer lo que quieren, sin que nadie tome una decisión final y perderían el partido.

 

8 – EL SOCIO QUE ES DEMASIADO CONDESCENDIENTE

De todas las cosas que se mencionaron en este artículo sobre lo que no deseas de un socio para tu emprendimiento, esta es la más peligrosa.

A la hora de buscar socios, evita asociarte con este tipo de persona.

No solo es un mal socio, sino que hasta es sumamente perjudicial para ti y para el negocio.

Si bien es bueno trabajar con alguien que siempre está de acuerdo con nosotros, el peligro radica cuando esa persona no advierte que estamos por cometer un error.

Entonces todo lo que haces se considera correcto y nada está mal.

Esto se lo llama “sesgo de confirmación”.

Y a este socio, yo lo llamo “EL SOCIO, SÍ SEÑOR”.

No busques un socio que sea tal cual un clon tuyo y que afirme todo lo que digas.

Busca un socio con una personalidad diferente y que te complemente, de esta forma podrás evitar muchas situaciones peligrosas.

Lo mismo a la inversa, procura te conviertas en el SOCIO SÍ SEÑOR tú y termines haciendo todo lo que te digan sin inmutarte, manifestarte o dar tu opinión.

Espero que estos consejos para buscar socios te ayuden.

 

¿ALGUNA VEZ TE PASÓ TENER UN SOCIO CON ALGUNO DE ESTOS RASGOS?

 

Septiembre – Octubre 2020

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